jueves, 16 de mayo de 2013

Visualización Creativa





La imaginación es un dínamo para la actividad mental que tiene varios niveles

Cuando damos rienda suelta a nuestra imaginación para conseguir aquello que tanto anhelamos se llama Visualización Creativa. Imaginar, sentir y gozar a plenitud ese futuro tan anhelado como si fuese ya un hecho presente. La ley de la atracción dice: todo aquello que piensas, sientes, imaginas y hablas es aquello que atraerás a tu vida, con lo cual es de vital importancia eliminar desde este momento cualquier pensamiento negativo”.

De tal manera, que imaginar quiere decir ver mentalmente objetos, personas, situaciones y cosas, porque la imaginación es una actividad mental ilimitada que tiene varios niveles, que van desde la observación simple hasta la fantasía simbólica.

Sin embargo, los pensamientos son cosas que generan y van creando imágenes y palabras. La idea es como una película fotográfica: crea una imagen de la forma, que luego se magnetiza y conduce la energía creada para que fluya esa forma y pueda llegar a manifestarse en el plano físico.

Este principio sigue siendo válido aunque no emprendamos una acción física directa para que nuestras ideas se materialicen. Con el solo hecho de tener una idea o pensamiento alojado en nuestra mente, es una energía que tenderá a atraer y crear la forma en el plano material. Por Ley de Atracción.

En las últimas investigaciones, la ciencia habla que solo usamos un 3% de nuestro cerebro y el 10% se lo dejan a los científicos, y que este no distingue entre lo que tu mente imagina y lo que es real. Por lo que se le han realizado experimentos a deportistas para hacerles imaginar como si estuviesen en una carrera, en la línea de meta y su salida, estos deportistas conectados a diferentes máquinas en las que nos muestran que utilizan los mismos músculos, como si realmente estuviesen corriendo, el cerebro da una orden y el cuerpo responde a ésta. El cerebro no encuentra diferencia entre lo que ve en su ambiente y lo que imagina. Y lo mismo va a reaccionar  químicamente a un sabor, olor o sensación.



Es por esto, que las visualizaciones creativas son unas excelentes herramientas para programar y re-programar la mente subconsciente, de tal manera que nos permita concentrar toda nuestra energía y  esfuerzo mental en controlar y filtrar los pensamientos para que puedan  penetran a nivel subconsciente. Por lo cual siempre debemos controlar nuestros pensamientos, porque pueden manifestar incluso aquello que no deseamos, por el simple temor que se produce en nuestra mente.

Ya que estas visualizaciones creativas pueden darte un margen de libertad para crear a través de tu imaginación, innumerables maneras de visualizar los objetivos que deseas manifestar en tu vida. Como consecuencia de este principio universal, atraemos a nuestra vida todo aquello en lo que pensamos, sentimos gozamos más vigorosamente, aquello en lo que creemos fuertemente, aquello que deseamos con  ímpetu, es decir, todo aquello que imaginemos de un modo más realmente tangible.

¿Lo sabías?  Si tu respuesta es sí ¿qué esperas que no lo repites?  Y si tu respuesta es no, pues adelante, ahora ya lo sabes.

Imagina como un niño, créelo de verdad.



Ahora te daré consejos para realizar esta técnica.

Consejo # 1

Tienes que imaginarte a ti mismo en esa pantalla que se proyecta en tu mente. Visualiza todo en tiempo presente. No lo imagines a futuro; Visualízalo como si ya lo hubieras logrado. Involucra a tus 5 sentidos. ¿Qué ves, hueles, oyes, saboreas y tocas. Cuanto más sentidos involucres, será más vívido el mensaje que envíes a tu subconsciente. 


Consejo # 2

No seas tímido, atrévete cuando visualices. ¿Qué es lo que realmente quieres? Pide con valentía y deja que la mente subconsciente trabaja en eso.


Consejo # 3

Tú tienes que hacer tu ejercicio de visualización sobre una base constante. Fija una hora específica cada día para que te comprometas en este ejercicio que transformará tu vida.





Instrucciones para ser humano




1. Recibirás un cuerpo que tú mismo elegirás te guste o no, que odies, maltrates y hasta denigres, pero será tuyo  todo el tiempo que pases en este plano.

2. Aprenderás lecciones para evolucionar, estás anotado  a tiempo completo en una escuela informal que se llama vida.  Cada día que pases en ella tendrás múltiples oportunidades para avanzar. Puede que esta enseñanza no te agrade, pero tú la elegiste antes de venir a este mundo de las formas, aunque te parezca que no viene al caso o que es una estupidez.

3. No hay errores, sólo aprendizaje. El crecimiento es un proceso de ensayo y error: la experimentación. Los experimentos fallidos son parte del proceso, para que te vuelvas a integrar y seguir evolucionando en igual medida para que aproveches la utilidad que te ha dejado la adversidad.

4. Una lección se repite hasta que está aprendida. Cada lección se te presentará en diversas formas hasta que la hayas aprendido. Cuando eso suceda podrás pasar a la lección siguiente. Sin ningún tropiezo.

5. El aprendizaje no tiene fin. No hay en la vida ninguna parte que no contenga lecciones. Si estás vivo, aún te quedan lecciones que aprender. Lo mismo que si estás en otro plano.

6. "Ahí" no es mejor que "aquí" Cuando tu "ahí" se ha convertido en un "aquí", simplemente habrás. Obtenido otro "ahí" que te parecerá nuevamente mejor que "aquí".  Por qué  "aquí"   y  "ahí"  existes tú.

7. Los demás no son más que espejos que te reflejan. No puedes amar ni odiar nada de otra persona a menos que refleje algo que Tú amas u odias en ti mismo.  Es la Ley del Espejo.

8. Lo que hagas de tu vida es cosa tuya. Tienes todas las herramientas y recursos que necesitas, lo que hagas con Ellos es cosa tuya. La elección es tuya. Y la Responsabilidad también.

9. Tus respuestas están dentro de ti. Las respuestas a las cuestiones de la vida están dentro de ti. Sólo tienes que Mirar, escuchar y confiar.

10. Te olvidarás de todo esto, porque permitirás que domine tu personalidad en lugar de tu espiritualidad.

11. Puedes recordarlo siempre que quieras y sobre todo cuando en tu vida se presente algo que te haga volver los ojos hacia la luz.