Vibra al unísono con el Mundo Divino
Al despertar por la mañana, antes de
cualquier preocupación, piensen en armonizarse con las entidades celestiales, díganles
que quieren entrar en su armonía. Llamen a estas criaturas luminosas que
pueblan el espacio, concéntrense en ellas, imaginen cuán bellas son, cuán puras
y llenas de amor. Si su deseo es sincero, entrarán en contacto con ellas
gracias a la ley de afinidad.
Algo sucederá entonces dentro de ustedes:
su corazón, su intelecto, su alma y su espíritu vibrarán al unísono con el mundo
divino. Todo su ser se convertirá en un instrumento bien afinado y la armonía
que habrán conseguido crear, marcará con su sello la jornada que empieza.
¡Hay tantos encuentros, tantos
acontecimientos en la vida que pueden perturbarlos, hacer perder vuestro gozo y
vuestra paz! Pero, suceda lo que suceda, siempre les queda el poder de
armonizarse con las entidades celestiales para que la armonía con la que ellas
llenan el espacio, descienda a habitar en vosotros.
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