Hablar
mal de alguien puede parecer inofensivo al momento, pero es una ley espiritual
el hecho de que recibiremos de regreso aquello que damos. Las palabras
negativas crean energía que nos sigue y puede crear caos en nuestras vidas.
¿Por
qué no te ahorras la molestia? Cambia el tema, sal de la conversación. Esto es
poner la otra mejilla. Y todo lo que hagas en tu vida, recuérdalo muy, pero muy
bien, será para tu perfecto bien o tu desgracia, que al fin y al cabo siempre
serás el responsable de lo que digas.
Empieza a crear un ambiente de armonía, paz y
tranquilidad, en tu mente. Obviamente me
dirás que eso es imposible, ya que vivimos en ambientes muy tóxicos. Si pero
aquí es donde radica vivir una vida ordinaria de una manera extraordinaria. Y es
aquí donde harás gala de La Fuerza de Voluntad que hay en ti.
Al
resistir el deseo de hablar de manera negativa, el universo reaccionará de la
misma manera y te tratará con misericordia.
No olvides que todo se paga.
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