sábado, 28 de septiembre de 2013

EL AQUÍ Y AHORA


Es simple: viva el presente de manera maravillosa. Muy cierto, porque aquello que usted siembra hoy, lo recogerá mañana. Nada hay de incierto en el futuro. Él es la respuesta a su presente. No viva torturándose. Sostenga su Fuerza de Voluntad y comience a sembrar las semillas positivas y constructivas que se convertirán en árboles gigantescos e indestructibles en su futuro. Entusiasmase desde ahora por aquello que está haciendo.

Plante, plante sin cesar, en su mente hoy. Pero escoja las simientes positivas. Plante éxito y cosechará éxito. Si ahora usted está sufriendo alguna adversidad, cálmese, sonría, y repítase a sí mismo que todas las adversidades contienen en sí la simiente de un beneficio mayor. Lo que le interesa a usted, por lo tanto, es el presente, porque el futuro es la respuesta al presente. Viva el presente. Y vívalo intensamente. Con fe y confianza total. Si a usted hoy le va bien, en el futuro le irá mejor. Si hoy usted cree en sí, su futuro será un éxito.

Si hoy, y cada día, usted se programa para ser feliz, saludable, seguro, agradable, próspero, todo eso comienza a ocurrir ahora y usted lo cosechará en el futuro. No cultive problemas. Apártelos de la mente y ellos desaparecerán. Olvídelos y ellos quedarán atrás. Niéguelos y ellos se esfumarán.

Defina lo que usted quiere de la vida y siga por esa vía. Usted llegará allá con absoluta certeza. La mente subconsciente responde de forma infalible a lo que ha sido programado.

"No anden preocupados por el día de mañana; el día de mañana cuidará de sí mismo; “basta a cada día su propia lucha".  Dé crédito a esas palabras, pues fueron proferidas por el gran Maestro Jesús.



 Ah y nunca olvides a diario dar las gracias por todo lo que te sucedió bueno o malo en el día, ya que toda cosa negativa encierra un perfecto bien oculto, agradécelo y bendícelo diciendo.  Esto que acaba de sucedes es por bien, bendigo el bien que esto contiene y pido que se manifieste y quiero verlo. Gracias Dios.

La vibración de la palabra "Gracias",  es tremendamente poderosa.  Agradecer cada instante emite y atrae frecuencias inimaginables. La gratitud constante desde la palabra,  el cuerpo,  el pensamiento y las emociones, cambia la energía propia y del entorno que nos rodea. En este Camino de hermandad... Un sólo pensamiento de gratitud hacia el cielo, es la oración más perfecta.


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