Nos
acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sean las
ventanas de alrededor. Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no
mirar para afuera. Y porque no miramos
para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir
del todo las cortinas. Y porque no abrimos del todo las cortinas luego
nos acostumbramos a encender más temprano la luz.
Y
a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos
la amplitud. Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo
tarde. A tomar café corriendo porque estamos atrasados. A leer el diario en el
ómnibus porque no podemos perder tiempo. A comer un sándwich porque no da
tiempo para almorzar. A salir del trabajo porque ya es la noche. A dormir en el
ómnibus porque estamos cansados. A cenar rápido y dormir pesados sin haber
vivido el día. Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono:
"hoy no puedo ir". "A ver cuando nos vemos" "La semana
que viene nos juntamos". A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa
de vuelta.
A
ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos. Si el cine está lleno nos
sentamos en la primera fila y torcemos un
poco el cuello. Si el trabajo está complicado, nos consolamos pensando
en el fin de semana. Y si el fin de
semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir
temprano y listo, porque siempre tenemos sueño
atrasado. Nos acostumbramos a ahorrar vida. Que, de a poco, igual se
gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados a vivir como esclavos, nos
perdimos de vivir.
Alguien
dijo alguna vez:
"LA
MUERTE ESTA TAN SEGURA DE SU VICTORIA. QUE NOS DA TODA UNA VIDA DE VENTAJA
"Porque
el ser humano, se desgasta, tira su energía, y cada día va minando la alegría
de vivir.
¡Disfrutemos! No olvides que la
Vida y Dios son eternos. Únicamente la muerte existe en tus limitaciones y en
tu ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario por favor.