En esos momentos de oscuridad, parecería
como que nada vale la pena... Hasta pensamos que la vida es una agonía lenta y
que todos los obstáculos, los sinsabores, las injusticias, los pesares y las
tristezas forman parte de una gran agenda que desconocíamos y que alguien puso
en nuestro camino para que poco a poco, lentamente perdiéramos las ganas de
vivir...
Pero Vivir Vale la Pena... Si
comprendemos que mucho de nuestro sufrimiento nos ayuda a ser mejores, que
detrás de cada injusticia hay una enseñanza que a veces no podemos descubrir
pero que al pasar los años nos ayuda a saltar aquellos muros que creímos moles
enormes que se levantaban impidiéndonos el paso...
Sí, es cierto....sentimos muchas veces
ganas de abandonar la carrera, fuertes deseos de bajar los brazos y entonar
suavecito el tema del adiós...
Homera Homer- Dixon nos dice:
"Cierta persona estaba sorprendida
por la variedad de aflicciones de las cuales ella parecía ser el blanco. Al
pasar por una viña una magnífica tarde otoñal, notó que ésta parecía estar sin
podar y que las ramas estaban llenas de hojas, el terreno estaba enmarañado con
hierba y maleza, y todo aquel lugar parecía completamente descuidado. Estaba
reflexionando sobre esto cuando el divino Jardinero susurró un mensaje tan
instructivo que ella sintió el deseo de transmitirlo a los demás: "Hija mía,
¿estás pensando acerca de las tribulaciones de tu vida? Contempla aquella viña
y aprende de ella. El jardinero cesa de arreglarla, podarla, pasar el rastrillo
o arrancar el fruto, solamente cuando no espera nada más de la viña durante
aquella estación. Se la abandona porque ya ha pasado la época del fruto y todos
los esfuerzos que en ella se invirtieran serían ahora infructuosos. El deseo de
liberarse del sufrimiento es una verdadera inutilidad. ¿Quieres entonces que
cese de podar tu vida? ¿Deseas que te deje sola? Y el corazón fortalecido
gritó: "¡No!"
Todos en algún momento de nuestras
vidas soportamos el peso del dolor, también las injusticias, "lo
inmerecido", pero no pesemos la vida por lo que otros hicieron... ¿Cómo
fuimos y cómo somos? ¿Cómo actuamos? ¿Qué damos? ¿Qué ofrecemos a los demás?
Esa debe ser nuestra preocupación: Ser mejores
cada día y a medida que avanzamos debemos aprender a dejar atrás tanto sea en
el recuerdo como en el camino aquellas cosas, personas o situaciones que tanto
nos dañaron y pedir porque la luz los envuelva y apostar a la vida, porque la
vida vale por todo aquello que aprendimos a cargar en la mochila, lo bueno y lo
malo pero que al sacarlo nuevamente lo hacemos mucho más bueno y transformamos
lo malo gracias a nuestra experiencia.
Vale la pena... Abrir el corazón, la
alma y los brazos a la vida aun con sus lágrimas porque serán la antesala de
nuestras futuras sonrisas... No desperdiciemos nuestra vida... El tiempo pasa
demasiado rápido... No te quedes parado en la estación, súbete al tren de la
vida... Cuando asome la última estación comprenderás que vale la pena este
viaje ...
Graciela De Filippis
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